14 oct 2010

Nuestra señora de Dorleta

Hay asuntos que revolotean en casi todos los capítulos de nuestras vidas así que separar religión de ciclismo sería una traición a tantos que no me atrevo. Y es que existe una patrona de los ciclistas que muchos adoran o respetan por superstición (sea lo que sea, da igual) y a mi, de siempre, me emociona el fervor con el que los demás desatan sus pasiones.

Se llama Nuestra señora de Dorleta y en 1960, tres cicloturistas vascos peregrinaron a Roma y consiguieron del papa de turno que la bendiciera como patrona de los ciclistas españoles. De un papa seguidor de Bartoli no les costó mucho convencerlo, dicen.

Esta patrona tiene su santuario en el Alto de Arlaban (587m) en Salinas de Léniz (Guipúzcoa) y un kilómetro antes de coronar hay un "santutxo" en el que muchos ciclistas y clubs llevan ramos de flores ganados, maillots y ofrendas en busca de divina protección.

"María, Reina del mundo,
 protege a la tierra recorrida
en todas la direcciones
por los ciclistas
amantes de la naturaleza"
 

Yo no conozco el lugar pero me acaba de hacer ilusión visitar el Alto de Arlaban algún día.

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